“Directoras – directoras de producción – creadoras de emociones”

Nuestra historia se basa en el amor y es por eso que llenamos de amor a cada historia que tenemos el honor de dirigir.

Somos almas emocionales, por lo que no concebimos un cine que no remueva o que no nos haga cuestionarnos.  En cada escena movemos cielo y tierra para darle sentido a cada frase, cada plano, cada sonrisa o cada lágrima.

La vida es un vaivén de emociones y de sucesos inesperados. Es así como queremos que se sientan cada personaje y, por ende, cada espectador. Superando retos emocionales y ayudándoles a atravesarlos mientras les abrazamos con amor.

Nuestra misión es sanar el cine desde dentro, transformar la forma en la que se crea, se vive y se comparte. Concebimos el cine como una experiencia viva, una experiencia que, si nace del alma y se construye con honestidad, transforma a quien la crea y a quien la habita.

Soñamos con un cine que acompañe, que eleve, que abrace. Un cine que sea refugio y espejo, que se convierta en un espacio de verdad. Porque creemos fielmente en que en la verdad habita la auténtica medicina.

Nunca nos conformamos, somos muy perfeccionistas, pero porque sabemos que en la búsqueda de esa perfección inexistente es donde descubrimos nuevos horizontes que nos hacen retarnos de nuevo.

Si conseguimos ser esa llave que abre alguna parte escondida e inesperada en el corazón de tan solo uno de nuestros espectadores, ya habremos conseguido nuestra misión.